Militar y político latinoamericano, prócer de
la independencia de Venezuela. Educado en España, viajó por Europa hasta 1807,
de regreso a su tierra, participó en el Movimiento Revolucionario en
Latinoamérica. Cuando el 5 de julio de 1811 el Congreso proclamó la
independencia de Venezuela, este se alistó en el ejército. Tras el éxito de la
campaña admirable, proclamó la II República (1814), de la que fue elegido jefe
de gobierno. Derrotado por el realista Boves, embarcó hacia Jamaica en 1815,
para iniciar una nueva campaña un año después. Fue a partir de entonces, cuando
comprendió que la liberación de Latinoamérica debía ser total. Tras una campaña
victoriosa, en la que destaca el paso a través de los Andes para liberar Nueva
Granada (Batalla de Boyacá, 1819), proclamó la República de la Gran Colombia,
formada por los actuales territorios Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. En
1822, se reunió con San Martín en Guayaquil. En adelante, trabajó activamente
por la unidad latinoamericana. Liberó a Perú y convocó un congreso panamericano
en Panamá. Pero Bolívar no pudo ver cumplido su sueño y murió cerca de Santa
Marta (Colombia) el 17 de Diciembre de 1830.
Su padre, Juan
Vicente Bolívar y Ponte-Andrade y su madre María de la Concepción Palacios y
Blanco, pertenecían a la aristocracia caraqueña y cuando se casaron en el año
1773 había una gran diferencia de edad entre ambos cónyuges. Juan Vicente tenía
47 años en ese momento y Concepción 15 años. Tuvieron cuatro hijos más, tres de
ellos mayores que Simón y una menor, cuyos nombres fueron María Antonia, Juana Nepomuceno,
Juan Vicente y María del Carmen (ésta última murió a los pocos días de nacida).
La familia Bolívar
provenía de una población llamada La Puebla de Bolívar en Vizcaya (País Vasco,
España), ubicada entonces en la merindad de Marquina, y ya desde los inicios de
la colonia sus miembros realizaron acciones destacadas en Venezuela.
Infancia
Las referencias que
dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su infancia fue dichosa,
feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos con parientes
destacados e influyentes dentro de un ambiente aristocrático y en general,
dentro de un ambiente que le brindó equilibrio emocional, cariño y afecto.
En este sentido
existen algunas anécdotas que se popularizaron en Venezuela que presentaban a
Bolívar como un niño turbulento debido a que los escritores románticos
consideraron indispensable atribuirle una niñez indómita creyendo, según la
moda de la época, que no podía salir un hombre excepcional de un niño normal
pero se ha demostrado que esas anécdotas fueron inventadas e introducidas en
los relatos de Historia por Arístides Rojas, considerado un excelente narrador
pero que usó a menudo su imaginación a falta de documentos que demostraran la
veracidad de sus relatos.
Simón, de la
estirpe vasca de los Bolívar Jáuregui, pero de raza tirando a mulata, nació en
la noche del 24 al 25 de julio6 de 1783 en una casa solariega ubicada en la
Plaza San Jacinto de Caracas.7 Fue bautizado el 30 de julio de 1783, en la
Catedral de Caracas, con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima
Trinidad de la Concepción, por el doctor Juan Félix Jerez Aristegueta, su primo
hermano quien, de acuerdo con don Juan Vicente, padre del niño, le puso el
nombre de Simón.
Segundo
viaje a Europa
En el mismo año de
la muerte de su esposa viajó a París, donde se dedicó junto a su antiguo
maestro Simón Rodríguez a la lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos
campos del saber universal. Viajó luego por Italia en compañía de Rodríguez y
el 15 de agosto de 1805 en el Monte Sacro de Roma juró libertar a su patria.
Regresó a Venezuela en 1806 y a la vez que administraba los negocios familiares
se unió esfuerzos a la causa revolucionaria.
Guerra a
muerte
Después de
recibir autorización y recursos de la Nueva Granada, Bolívar inició una de sus
acciones militares más destacadas, la Campaña Admirable.
Al
principio, cuando entró desde Cúcuta en
febrero de 1813 para iniciar su campaña por los Andes venezolanos, no encontró
resistencia por lo que avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente
después de que las autoridades realistas huyeran ante su inminente
llegada. Así, en esta entrada triunfal se le concedió
por primera vez el título de "El Libertador", por decisión del Cabildo de Mérida
Rápidamente
las fuerzas de Bolívar empezaron a controlar la situación ganando terreno a un
enemigo que huía ante el sorpresivo avance que pilló a los realistas completamente
desprevenidos. Finalmente, Bolívar decidió obligar a pelear a las fuerzas realistas en Los Taguanes, un lugar
entre Tú cupido y Valencia donde les derrotó y forzó
una capitulación que se firmó en La Victoria.
Tras la
capitulación española, Bolívar tuvo entonces el camino libre hacia la capital e
hizo una entrada triunfal en Caracas el 6 de agosto de 1813, donde después de un
triunfo militar en Mosquiteros le nombraron Capitán General y le ratificarían
el título de "El Libertador" que desde entonces
quedó unido a su nombre.
A partir
de entonces Bolívar se concentró en organizar el Estado y dirigir la
guerra en lo que parecía ya su etapa final. La actividad administrativa desarrollada
por Bolívar adquirió grandes dimensiones y organizó el régimen militar mediante
regulaciones, mantuvo el Consulado y creó un nuevo sistema fiscal, un nuevo
mecanismo de administración de justicia, modificó el gobierno municipal y
ofreció la nacionalidad a cuantos extranjeros quisieran colaborar con la causa
republicana.
Igualmente
atendió los asuntos económicos mediante incentivos a la actividad agraria, las
exportaciones y la búsqueda de mano de obra calificada.
Francisco de
Miranda (1.750-1.816)
Patriota venezolano. En 1790 presentó al primer ministro británico Pitt el joven un proyecto de liberación de las colonias españolas en América, que no fue bien acogido. En 1806, con el apoyo de Gran Bretaña y EE.UU., intentó los desembarcos de Ocumare y Vela de Coro, con los que pensaba iniciar el movimiento emancipador de las colonias españolas; pero el rechazo de la burguesía criolla le hizo fracasar. Al producirse la revolución de 1810 en Caracas, proclamó la independencia de Venezuela. En la caída de la primera república es encarcelado, por Bolívar, en el Arsenal La Carraca, Cádiz (España), donde muere.
En 1771, Miranda inició un largo periplo
alrededor del mundo que duró la mayor parte de su vida. También comenzó entonces
la elaboración de un minucioso registro con el que confeccionó su archivo
personal, que alcanzó a ser de 63 volúmenes encuadernados y que llevó siempre
consigo. Participó en los tres grandes movimientos históricos y políticos de su
tiempo: Guerra de Independencia de los Estados Unidos, Revolución francesa y
Guerras de Independencia Hispanoamericana.
Desembarcó en el Puerto de Cádiz 35 días más
tarde, el 1 de marzo de 1771, hospedándose en casa del señor José de Añino,
quien sería un fiel intermediario entre él y sus parientes para procurarle
recursos de subsistencia, adquiriendo la vestimenta necesaria para seguir su
viaje entre el 1 y el 13 de marzo de 1771, en que partió de Cádiz a Madrid.
Desde entonces madura sus ideas concibiendo
la unidad latinoamericana en sus recorridos por el mundo y en su relación con
las personalidades más influyentes de la época. Combatió bravamente en América,
Europa y África, salvo en Oceanía y Asia —aunque pensó en traer Cipayos de la
India—, recorrió y escudriñó España y todo el continente europeo, incluyendo a
Gran Bretaña, Rusia y Escandinavia; Asia Menor, América del Norte y América del
Sur, Antillas Grandes y Menores. Fue el único hombre que tuvo contacto personal
y directo con personalidades tales como George Washington, Napoleón Bonaparte,
Simón Bolívar, Catalina la Grande, Federico II de Prusia, Duque de Wellington,
José de San Martín, Robert Peel, La Fayette, Antonio José de Sucre, Estanislao
II Poniatowski, Potemkin, Cochrane, Samuel Adams y Lavater.
Fue de positivos efectos su relación con
personajes latinoamericanos de la categoría de San Martín, Bernardo O'Higgins,
Moreno, Montúfar, Alvear, Fray Servando Teresa de Mier, Domingo José Martins,
Palacio Fajardo, Roscio, Manuel y Pedro Gual, Hipólito Costa, José Bonifacio,
Matías de Irigoyen y Rodríguez Peña.
En Madrid
El 27 de marzo de 1771, Miranda llegó a
Madrid y comenzó a ser consciente de realidades que ignoraba hasta entonces y
que le impresionaron notablemente tales como una gran biblioteca, la abundancia
de obras de arte, la majestuosidad de los edificios y el espectáculo de la
nieve y los cultivos decorando el paisaje, que le parecieron fabulosos.
Durante sus primeros días estuvo hospedado
en una posada hasta que logró trasladarse a una vivienda particular en la que
se instaló de forma cuidadosa e inició sus primeros estudios en la ciudad con
lecciones de Matemáticas, Geografía y de los idiomas inglés y francés,
iniciando así un aprendizaje que no sólo comprendió la formación académica sino
también recorridos minuciosos por la ciudad y sus alrededores.
La llegada de Miranda a Madrid coincidió con
una etapa de transformación urbanística de la ciudad iniciada por el rey Carlos
III, que abarcó de forma directa e indirecta todos los aspectos de la vida de
sus habitantes, lo que dio un impulso renovador beneficioso para la ciudad.
Así Miranda contempló edificios y monumentos
emblemáticos del Madrid de la época como la Fuente de Neptuno, La Cibeles, el
Paseo del Prado con su museo, el Palacio del Buen Retiro, y poblaciones
aledañas como El Escorial o Segovia.
En lo social, el Madrid de entonces
concentraba su vida literaria en la Fonda de San Sebastián, lugar frecuentado
por ilustres escritores y una actividad cultural pujante a la que la obra de la
Real Academia, las sociedades económicas y el auge de las imprentas
contribuyeron notablemente.
Unas
De sus Primeras campañas
Después de serle concedida la patente, el
ahora Capitán Francisco de Miranda fue asignado al Regimiento de Infantería de
la Princesa, al mando del Mariscal de Campo Juan Manuel de Cajigal y Niño,
iniciando así su carrera militar.
Así desde 1773 hasta 1780, Miranda estuvo
asignado en las plazas militares de Madrid, Granada, Melilla y Cádiz de forma
intermitente y tuvo una vida social intensa en la que aparecen sus dos primeras
amantes.
Tuvo que compaginar a la vez su vida social
con su actividad militar, que ya no fue de estudio sino de combate. Enfrentó
problemas disciplinarios dentro del Ejército real y su carácter fue
evolucionando de forma que siguió cultivándose intelectualmente con libros que
inevitablemente hicieron que la Inquisición comenzara a vigilar sus
actividades.
En esta época tuvo lugar su primera hazaña
militar durante el sitio de Melilla, llevado a cabo desde el 9 de diciembre de
1774 al 19 de marzo de 1775, en el que las fuerzas españolas lograron rechazar
a las del sultán de Marruecos Sidi Muhammed ben Abdallah.
En dicha acción, Miranda presentó al
comandante español Juan Sherlock un plan para inutilizar la artillería enemiga
mediante una especie de operación tipo comando que él mismo estaba dispuesto a
dirigir.
Miranda en la Revolución Francesa
En 1791, Miranda tomó parte
activa en la Revolución francesa. En París, hizo amistad con los girondinos
Jacques Pierre Brissot y Jérôme Pétion de Villeneuve, y sirvió brevemente como
general en una sección del Ejército revolucionario francés (llamado entonces
«La Convención») que lucho en la campaña de 1792 para conquistar los Países
Bajos, llegando al grado de Mariscal de Francia, bajo el mando de Charles
François Dumouriez. Durante la campaña participó en las batallas de Argonne,
Wargemoulin, Amberes, Lieja, Tongres, Paliemberg y Valmy y alcanzó la posición
de segundo jefe del ejército del norte del cual se separaría por grandes
diferencias con Dumoriez.
Arrestado varias veces durante el reinado
del terror, Miranda fue amenazado con ser deportado después de una medida del
Directorio de la Monarquía y los Girondinos. Por sus servicios como Mariscal de
Francia, su nombre fue grabado en el Arco de Triunfo de París construido
durante el Primer Imperio de Napoleón I.
Antonio José
De Sucre y Alcalá (1.825-1.828)
Militar y político
Venezolano, héroe de la independencia hispanoamericana. Inicialmente colaboró
con Miranda y Mariño, y posteriormente lugarteniente de Bolívar. Fue
comisionado para firmar la paz de Trujillo (1820). Al quedar ésta sin efecto,
Sucre jugó un papel fundamental en la última etapa de la lucha independentista.
En 1824 emprendió con Bolívar la ofensiva contra las tropas realistas, que
culminó en Ayacucho (diciembre 1824). Convocó el congreso de las provincias alto
peruanas, en 1825, en Chuquisaca, resolvió fundar la República de Bolívar
(después Bolivia), a quien se ofreció el poder supremo. En mayo de 1826 Sucre
sucedió a Bolívar como presidente de la nueva república. Consolido su
organización pero tras la invasión del general peruano Gamarra, renunció al
mando y se exilió a Ecuador (1828). Apoyó la política de Bolívar y venció a La
Mar en Tarquín (febrero de 1829), pero fue asesinado en Pasto.
Perdió su madre a
los 7 años. Adolescente fue enviado a Caracas al cuidado de su padrino el arcediano
de la catedral, presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para iniciar estudios de
ingeniería militar en la Escuela de José Mires. En 1809, con su hermano Pedro y
otros jóvenes, integró como cadete
la compañía de Húsares Nobles de Fernando VII, en Cumaná, unidad organizada por
Juan Manuel de Cajigal y Niño, gobernador de la provincia de Cumaná.
En 1810, la Junta
de Gobierno de Cumaná le confiere el empleo de subteniente de milicias regladas
de infantería. Este grado fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6
de agosto de ese mismo año. En 1811 desempeña en Margarita el cargo de
comandante de ingenieros. El 31 de julio de ese año recibió el despacho de
teniente. En 1812 se halla en Barcelona, en calidad de comandante de la
artillería. Allí, el 3 de julio del citado año, junto con otros ciudadanos
notables, firmó el acta de la junta de guerra que se reunió aquel día para
resolver lo conducente a la seguridad de la República, a raíz de los
acontecimientos en Caracas (ofensiva de Domingo de Monteverde) y la ocupación
de Cúpira por un grupo de partidarios de Fernando VII.
Independencia
de Peru , Ecuador y Bolivia
Comenzó
entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en la
batalla librada el 24 de mayo de 1822. Con esta victoria de Sucre se
consolidó la independencia de la Gran Colombia,
se consumó la de Ecuador y quedó el camino listo para la batalla contra las
últimas fuerzas realistas que quedaban en el Perú (país donde José de San Martín había declarado la
Independencia el 28 de julio de 1821). Tras una reunión en Guayaquil entre
Simón Bolívar y San Martín, este último cede parte de su ejército al primero, y
se retira definitivamente de las batallas de la
emancipación hispanoamericana.
Así, Sucre llegó y entró en Lima en 1823,
precediendo a Bolívar. El 1 de
diciembre de 1823 llegó a Yungay, estableciéndose en él por ser
el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus inmediaciones a los
batallones "Botigueros" y "Pichincha" a los que la
población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Huánuco.
Participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre del
mismo año, venció al virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del
dominio español en el continente sudamericano. El Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y
General en Jefe de los Ejércitos.
Reconocimientos por la victoria de
Ayacucho
Bolívar, quien
redacta y publica en 1825 su Resumen sucinto de la vida del general Sucre,
único trabajo en su género realizado por el Padre de la Patria, no escatima
elogios ante la hazaña culminante de su fiel lugarteniente:
"La batalla de
Ayacucho es la cumbre de la gloria americana, y la obra del general Sucre. La
disposición de ella ha sido perfecta, y su ejecución divina". Las
generaciones venideras esperan la victoria de Ayacucho para bendecirla y
contemplarla sentada en el trono de la libertad, dictando a los americanos el
ejercicio de sus derechos, y el imperio sagrado de la naturaleza".
"Usted. Está
llamado a los más altos destinos, y yo preveo que usted es el rival de mi
Gloria. (Bolívar, Carta a Sucre, Nazca, 26 de abril de 1825) ".
"El Congreso
de Colombia hizo entonces a Sucre General en Jefe, y el Congreso del Perú le
dio el grado de Gran Mariscal de Ayacucho,".